Saber cómo combatir el estrés, y también cómo actuar cuando este aparece, es una necesidad imperiosa en el mundo en el que vivimos.
La vida se ha convertido en un factor estresante en sí misma.
Vamos siempre con prisas. Tenemos horarios ajustados. Exigencias profesionales y personales. Expectativas puestas sobre nosotros que queremos cumplir…
Esto hace que nuestro cuerpo esté en constante tensión. Tanto física como emocional y mental. Puede resultar positivo en determinadas situaciones, pero cuando se alarga en el tiempo se convierte en un problema que es el estrés crónico.
Si sabes cómo prevenir el estrés y cómo gestionarlo, evitarás muchos problemas a tu cuerpo. Porque el desgaste del estrés es enorme, y puede conducir a algo peor.
Qué es el estrés crónico
El estrés no es algo malo en sí mismo. En realidad, se trata de una reacción natural del cuerpo para sacar un rendimiento extra cuando se nos presenta un desafío.
En un cuadro de estrés se produce taquicardia, liberación masiva de hormonas y aumento de la glucosa en sangre. Todo con el objetivo de obtener ese impulso extra temporal que nos permita afrontar el reto.
Es un mecanismo tan ancestral como nuestra especie.
El estrés agudo que todos experimentamos en algunas situaciones no es algo preocupante. El problema es cuando este se alarga en el tiempo. Por eso, es necesario que nuestro cuerpo tenga la capacidad de adaptarse a él.
Como hemos dicho, el ritmo de vida actual puede provocarlo. Pero también puede aparecer por estresores diarios como los problemas matrimoniales, laborales o financieros.
¿Cómo prevenir el estrés, entonces? Para poder hacerlo, lo primero es saber cómo afecta este a nuestro cuerpo.
El estrés y sus efectos sobre tu cuerpo
Como hemos dicho, un cuadro de estrés produce taquicardia, liberación masiva de hormonas y aumento de la glucosa en sangre.
Evolutivamente, sirve para preparar al cuerpo ante una amenaza y poder sobrevivir. Pero no es algo que pueda mantenerse en el tiempo sin provocar efectos adversos. Por eso, no hay nada como prevenir el estrés para evitar los daños que este le produce al cuerpo.
Nuestro organismo hace esfuerzos titánicos durante periodos de estrés. Pero sus reservas no son ilimitadas. Por eso, al alargarse estos periodos, se supera la capacidad de autorregulación de nuestro cuerpo y aparecen los primeros síntomas.
La ansiedad es uno de ellos, seguramente el más común. Pero también podemos sentir fatiga, irritabilidad, ira, apatía, depresión, inestabilidad emocional…
Podríamos decir que el estrés penetra en nuestro cuerpo a través de los sentidos, que perciben los estímulos externos, y se expresa en forma de emociones.
También existen síntomas físicos, que dependen de cada persona. Según las debilidades de tu cuerpo, el estrés puede afectar a unas áreas u otras. Algunas personas sienten malestar estomacal, otras dolores de cabeza o de espalda. Incluso puede provocar rigidez muscular.
Saber gestionar el estrés te ayudará a evitar sus efectos sobre tu cuerpo y te permitirá vivir una vida plena.
Cómo combatir el estrés y sus efectos con quiropráctica
Si quieres saber cómo prevenir el estrés, debes tener clara una cosa: el estrés afecta de manera directa a tu sistema nervioso. Por eso, la quiropráctica puede ser útil para liberarte de él.
Cuando recibo pacientes en mi centro quiropráctico, lo primero que hago es tener una conversación con ellos. Me cuentan qué es lo que les estresa. También cuáles con los síntomas que sienten en su día a día.
Después, procedemos a realizar las pruebas de diagnóstico para detectar qué área del sistema nervioso está fallando y provocando los síntomas.
Con esa información en la mano, aplico los ajustes quiroprácticos necesarios. El objetivo es aliviar los síntomas existentes, deshacerse del estrés acumulado y prevenir el estrés en el futuro.
Si el estrés te impide llevar una vida plena, pide cita para una sesión informativa gratuita y veamos cómo puedo ayudarte.
