El origen de la quiropráctica se remonta dos siglos atrás. Para ser más exactos, al año 1895, en Estados Unidos.
La historia de la quiropráctica tiene nombre y apellidos: Daniel David Palmer.
DD Palmer fue un canadiense que emigró a EEUU y tuvo desde siempre un enorme interés por las diversas teorías de la salud. Entre ellas, el espiritualismo y la terapia magnética.
Sin embargo, sería recordado como el fundador de la ciencia, filosofía y arte quiropráctico. Una vida centrada en promover el cuidado de la columna vertebral como camino hacia la salud.
Origen de la quiropráctica
El origen de la quiropráctica podemos encontrarlo en la tradición ortopédica. Desde los 20 años, DD Palmer se fue interesando cada vez más en la medicina. E indagó especialmente en teorías alternativas como las que citaba más arriba.
Él planteó la idea de que la inteligencia innata del cuerpo era potenciada por el sistema nervioso. Algo que pudo corroborar con experiencias positivas en pacientes reales.
La teoría de la inteligencia innata asegura que el cuerpo tiene una capacidad autorreguladora propia (conocida en la medicina tradicional como homeostasis). Y que su capacidad de adaptarse y sanar depende en gran parte de que esa capacidad pueda funcionar correctamente.
Al funcionar mediante procesos nerviosos, Daniel David Palmer centró su atención en la columna vertebral.
Primer caso de éxito de Daniel David Palmer
El interés por la manipulación de la columna vertebral de Daniel David Palmer surgió a raíz de un suceso concreto. Un caso de éxito de 1985 que se puede considerar como el origen de la quiropráctica.
El mismo Daniel David Palmer lo narraba de la siguiente manera:
“Harvey Lillard era conserje en un bloque donde tuve mi oficina.
Durante 17 años había sido sordo. Y según él mismo, todo empezó mientras trabajaba en una mala postura. Al agacharse, de pronto, sintió un crujido en la espalda y dejó de escuchar.
Tras realizarle un examen, observé que una vértebra estaba fuera de su posición natural. Justo donde Harvey había sentido el crujido mucho tiempo atrás.
Hablando con él, logré convencerle de que me dejara recolocar la vértebra. Yo estaba seguro de que ahí estaba el problema.
Hice palanca con la apófisis espinosa y el hueso volvió a su lugar. Muy pronto, Harvey Lillard pudo escuchar como antes.”
Esto podría no haber supuesto gran cosa. Sin embargo, otro caso similar tratado con igual éxito hizo que D.D. Palmer se convenciera de que había encontrado una nueva técnica médica.
El origen de la quiropráctica en España
Desde siempre, es en Estados Unidos donde se ha concentrado el mayor número de quiroprácticos. Y donde su uso está más extendido. Tanto es así, que la quiropráctica es la tercera profesión sanitaria de Occidente en número de usuarios.
El primer quiropráctico español se formó en Estados Unidos en los años 30. Sin embargo, no fue hasta la década de los ‘70 cuando empezaron a instalarse otros quiroprácticos de forma regular.
Ya en el año 1986, se estableció la Asociación Española de Quiropráctica. Este órgano regula la integración de los quiroprácticos en nuestro país y se asegura de que su formación sea la adecuada para ejercer esta profesión.
La quiropráctica no está muy extendida en nuestro país. De hecho, ni siquiera está reconocida como profesión sanitaria.
No hay una oposición directa de las autoridades sanitarias. Pero tampoco hay un número suficiente de quiroprácticos que ejerzan la presión necesaria para lograr ese reconocimiento.
Otros países como Francia, Bélgica o Reino Unido sí la reconocen. Incluso Italia o Portugal, donde el número de quiroprácticos es menor que en España.
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